Muy sabrosa la apuesta del Teatro Municipal de Santiago de presentar, en plena temporada de conciertos, a una banda de boleros, cumbias y otros ritmos latinos. Apuesta osada, pero no ajena su identidad artística, pues Los Pitutos, grupo conformado por músicos chilenos y colombianos de formación clásica, tocaron junto a la Orquesta Filarmónica de Santiago en un concierto que hizo bailar hasta al director de orquesta, Pedro-Pablo Prudencio.

La mayor parte del repertorio −canciones como “Ay amor” o “Barros Luco, ají verde y mayo”− es de autoría de Matías Piñeira, corno solista de la Orquesta Filarmónica de Múnich, quien, además de tocar su instrumento, canta en esta banda. El tenor Álvaro Zambrano, deja la solemnidad de la ópera y, a lo La Noche, lanza un “los-pi-tu-tos” y unas patadas voladoras mientras llena la sala con su cálida voz. El carismático Tomás Peralta, además de tocar el bajo y cantar, oficia de anfitrión, mientras que el guitarrista Pablo Camus aporta la cuota de misterio con su sombrero y anteojos oscuros. Cristián Betancourt, en tanto, demuestra que lo suyo es más que un “cabello maravilloso” −como dijo Peralta− y se luce en las percusiones, llevando el ritmo también junto a sus cinco colegas de la Filarmónica.

Las cumbias y el medley bachatero tuvieron al público al borde del baile y batiendo palmas constantemente. Los boleros dieron un toque romántico y nostálgico, que incluso hizo a algunos cantar. El set list también incluyó solos sorpresa de cada uno de los integrantes de la banda: una obra para corno de Grieg, el aria “Una furtiva lágrima”, una fragmento de “Alfonsina y el mar” en bajo, dos intervenciones del percusionista −una en la marimba y otra en las congas, bongós, platillos y otros instrumentos− y un par de solos romanticones de la guitarra. Bueno, y la Orquesta Filarmónica de Santiago −que en esta ocasión dejó su habitual vestimenta negra en el closet y vistió de colores− también hizo lo propio al comienzo del concierto, con el Danzón nº2 de Arturo Márquez.

En suma, como dice el título del concierto, las combinaciones de este concierto fueron bastante sabrosas.