Pocas veces se tiene la oportunidad de conocer íntegramente el trabajo de quien ha sido galardonado/a con el Premio Nacional de Artes Plásticas y este 2023 este es el caso de Cecilia Vicuña. Hasta este domingo 3 de septiembre estará en exhibición “Soñar el agua. Una retrospectiva del futuro (1964-)” en el Museo de Bellas Artes, que da cuenta de la obra de la artista desde sus inicios en la década de 1960.

“Las basuritas deben ser pequeñas y livianas, de cualquier material, industrial, vegetal o animal: lana, palitos, tejidos, ramas, plásticos, metales, restos de juguetes, fragmentos de maderitas pintadas o biomateriales creados a partir de hongos”. Así comenzó a gestarse la retrospectiva más importante que se ha hecho en Chile de Vicuña, en una convocatoria para aportar materiales que conformarían algunas piezas de la muestra.

En mayo de este año abrió la exposición, que recibe a los públicos con “Quipu menstrual”, una de las obras que contiene basuritas —en este caso, rojas— aportadas por quienes participaron en la convocatoria. Desde ahí, en las diferentes salas del primer piso del museo, pueden observarse las pinturas, instalaciones, videos, esculturas, poemas y otros escritos, entre otras expresiones, que suman más de 200 piezas y que transforman a esta muestra en la más exhaustiva en torno a la obra de Cecilia Vicuña.

“Su trabajo responde a la necesidad de liberar el sentir y el pensar humano. Para ella, el arte cumple una función reveladora y regeneradora, capaz de desencadenar cambios de conciencia que a su vez originan transformaciones sociales y afectivas”, comenta el curador de la exposición Miguel A. López. Y efectivamente es tal la variedad no sólo de medios sino también de temáticas presentes en el trabajo de Vicuña, que aparecen múltiples lecturas posibles para quienes la visitan, muchas de ellas guiadas por textos de la propia artista que se encuentran junto a las piezas exhibidas. La mujer, el medio ambiente, nuestra historia y cultura, la política, entre otros temas, están presentes en piezas creadas durante seis décadas, tópicos que siguen haciendo eco en la actualidad y que denotan la sintonía de la artista con su tiempo.