Uno de los arcos de la fachada trasera de la Estación Mapocho se iluminó de rojo. El humo coloreó, también de rojo, la luz proyectada sobre el edificio. Y bajo esa suerte de nube roja, unos minutos después, el poeta Raúl Zurita comenzó su lectura furiosa: “Purgatorio. Mis amigos creen que estoy muy mala porque quemé mi mejilla”. Empezó con las primeras palabras de su primer libro, publicado en 1979.

De ese primer título han pasado más de 40 años y más de una treintena de publicaciones reconocidas nacional e internacionalmente. De ellas, Zurita escogió otros poemas como “Poema de amor” o “La marcha de la cordillera” para leer, en lo que fue el cierre de La Furia del Libro. La voz del poeta fue acompañada por la intervención lumínica y sonora de Delight Lab, dando así nueva vida al trabajo de Zurita.

Lo de esa lectura furiosa, en una feria de editoriales independientes que por primera vez se hizo en un espacio enorme y lleno de tradición como la Estación Mapocho, fue un homenaje a la literatura chilena, de parte de otras personas que hacen libros en Chile. Y fue un cierre que, de cierta forma, reflejó lo que fue la Furia y el rol que la literatura, las artes y la cultura tienen en una sociedad: un espacio de reunión de las personas y un momento para hacer y ser comunidad, un espacio-tiempo donde lo que prima es la experiencia artística que une, más que las diferencias individuales que distancian.

Y si La Furia tuvo épica es porque hacer libros en Chile, para las editoriales independientes, es también una epopeya: una apuesta y pasión por dar vitrina a nuestros creadores y publicar narrativa, poesía, ensayo y más, hecha en Chile; un camino de riesgos e incertidumbres siempre guiado por la convicción de que la lectura es trascendental para las personas.

Este 2023, con más de 260 editoriales y un programa con más de 120 actividades, La Furia del Libro hizo historia. Y desde Fidelia tuvimos la inmensa tarea de comunicar que todo aquello iba a ocurrir entre el 14 y el 18 de junio en Estación Mapocho y que todos estaban invitados a participar. Y llegaron 60 mil personas.